Para algunos amantes de la tecnología, la diferencia entre tener un PC y un “mac”, es abismal y casi ofensiva. ¿Cuál es la razón?. Al parecer la respuesta es bastante simple: la marca de la manzanita sabe mezclar en estos aparatos, tecnología de punta y elegancia al máximo.
Aunque el apogeo comercial de estos aparatos se viene presentando hace un par de años, existe una cultura que viene de mucho antes. Fanáticos y defensores a muerte de macbooks, ipods y cuanto aparatito tenga la brillante fruta del estilo hi-tech llenan las muestras de estas máquinas y son fieles a la palabra de Steve Jobs.
El perfil de estos fanáticos es bastante claro: aman la simpleza, el diseño y por sobre todo la “forma de vida” de estos sistemas operativos. No son gente de escasos recursos, eso está claro, ya que uno de estos juguetitos tiene precios bastante elevados, y el círculo de compradores es bastante exclusivo, abarcando profesionales relacionados con los más distintos ámbitos del saber. No es raro ver tanto a un diseñador como a un médico con uno de estos artefactos.
Los devotos de esta marca saben que la competencia no existe, y no pierden oportunidad para descalificar los avances del enemigo Gates. Y es que Apple avanza a pasos agigantados, y es necesario mirar para el lado (Microsoft entre otros) para saber qué tan mal están los demás. Dicen que Apple no aprende de errores ajenos, ya que jamás los tendrán.
Así que hay que acostumbrarse a este culto, que desde que se lanzó el iPhone ha hecho que nadie quede indiferente a ellos, sabiendo levantar la voz donde más se escucha: la publicidad. Y la verdad es que con ese tipo de ataque es imposible no desear un iPod o un iPhone, incluso muchos de nosotros empezamos a pensar que son completamente necesarios.
Nuevo MAC Book Air
Aunque el apogeo comercial de estos aparatos se viene presentando hace un par de años, existe una cultura que viene de mucho antes. Fanáticos y defensores a muerte de macbooks, ipods y cuanto aparatito tenga la brillante fruta del estilo hi-tech llenan las muestras de estas máquinas y son fieles a la palabra de Steve Jobs.
El perfil de estos fanáticos es bastante claro: aman la simpleza, el diseño y por sobre todo la “forma de vida” de estos sistemas operativos. No son gente de escasos recursos, eso está claro, ya que uno de estos juguetitos tiene precios bastante elevados, y el círculo de compradores es bastante exclusivo, abarcando profesionales relacionados con los más distintos ámbitos del saber. No es raro ver tanto a un diseñador como a un médico con uno de estos artefactos.
Los devotos de esta marca saben que la competencia no existe, y no pierden oportunidad para descalificar los avances del enemigo Gates. Y es que Apple avanza a pasos agigantados, y es necesario mirar para el lado (Microsoft entre otros) para saber qué tan mal están los demás. Dicen que Apple no aprende de errores ajenos, ya que jamás los tendrán.
Así que hay que acostumbrarse a este culto, que desde que se lanzó el iPhone ha hecho que nadie quede indiferente a ellos, sabiendo levantar la voz donde más se escucha: la publicidad. Y la verdad es que con ese tipo de ataque es imposible no desear un iPod o un iPhone, incluso muchos de nosotros empezamos a pensar que son completamente necesarios.
Nuevo MAC Book Air